BAÑOS DE BOSQUE
El baño de bosque más salvaje del Solsonès
Situado en las estribaciones del Pirineo y a los pies de las Sierras de Odén-Port del Comte (PEIN, Plan de Espacios de Interés Natural), este marco confiere al Solsonès un carácter muy especial entre montañas. En las vertientes inferiores de las sierras elevadas se observan bosques de roble pubescente y pino laricio, y también son abundantes los matorrales como los bojedales, el enebro, el tomillo, el romero y el espino. Con la altitud, el pino laricio y los robledales se van retirando y dejan paso a los pinares de pino silvestre. El bosque subalpino de pino negro domina por encima de los 1.600 metros, donde la climatología es más rigurosa, con salpicaduras de pastos y de prados alpinos en las partes más altas.
Es en el extremo norte de la comarca donde se encuentra el relieve más abrupto e inhóspito, con las precipitaciones más abundantes y temperaturas bajas. Esto ha dificultado la instalación humana, lo que ha propiciado que la vegetación espontánea se haya modificado menos.
El espacio natural protegido de las Sierras de Odén-Port del Comte hace las veces de barrera natural entre la cuenca del Segre y la del Alt Cardener y su red hidrográfica está formada por la cabecera del Alt Cardener al este y la de la Ribera Salada en la parte central. Su naturaleza geológica, eminentemente de rocas calizas, hace que haya acuíferos importantes que descargan en fuentes abundantes, como la Font de Sant Quintí y la Font del Vermell en la cuenca del Segre.
En esta propuesta iremos hasta Odèn, al norte de la comarca, municipio de características esencialmente montañosas situado a una altitud media de 1.100 metros, a los pies de las Sierras de Odèn y Port del Comte. Queda cerca el Centro de Naturaleza de Odèn y las Salinas de Cambrils, donde se ofrecen varias opciones para realizar distintas actividades en la naturaleza.
El inicio de la caminata se halla en la Font del Vermell, que se encuentra al pie de la carretera de Coll de Jou al Pont d'Espia (L-401 km 33,8), donde hay un aparcamiento. Este enclave es también el inicio de múltiples excursiones, de distintos grados de dificultad. Para llegar allí, se toma la carretera del Port del Comte (LV-4241). Al llegar a Coll de Jou hay que seguir a la izquierda en dirección Cambrils (L-401).
Una vez en la Font del Vermell, hay que atravesar la carretera por el lado de la fuente y, pasando unas mesas, seguir las señales que nos llevarán por un recorrido circular de 1.000 m con un desnivel de 50 m.
El espacio para la práctica de baño de bosque
El recorrido discurre por una zona dominada claramente por el pino silvestre (Pinus sylvestris), buen representante de los bosques de la media montaña. Este árbol habita en la media montaña submediterránea y eurosiberiana, formando arboledas salvajes de dimensiones considerables. Es un árbol perennifolio de estructura más o menos cónica en la juventud y más ancha e irregular de maduro. Su corteza es agrietada y rojiza, sobre todo en las partes más altas del tronco, y es por eso que también se le llama pino rojo. Es un árbol valiente, que resiste muy bien el frío.
El caminito nos adentrará en este pinar donde destacan también los matorrales de enebro (Juniperus communis) y salpicaduras de tomillo (Thymus vulgaris), ambos de un intenso olor agreste, y los bojedales de boj común (Buxus sempervirens). Se trata de un recorrido circular que no tiene pérdida, basta con seguir los indicadores. En la mayor parte de este itinerario llano, ideal para la práctica de baño de bosque, se encuentran pinos de diferentes edades y dimensiones, así como un sotobosque musgoso, formado por las acículas acumuladas y las piñas.
El arroyo que baja de la Font del Vermell posibilita también la proliferación de vegetación acuática por donde discurre y se esparce el agua, lo que propicia la presencia de comunidades vegetales y animales asociadas a las zonas húmedas y al bosque de ribera. Cabe decir que el agua de la Font del Vermell es de las más preciadas de la comarca, ya que se guarda mucho tiempo a pesar de no estar tratada sanitariamente. Si hay mucha agua o en época de lluvias hay que tener cuidado, ¡que la hierba puede estar empapada de agua!
Puesto que el sendero a seguir es muy llano y agradable, a pesar de la frondosidad del bosque se puede ir a cualquier hora del día sin temor a desorientarse (eso sí, hay que prestar atención a la señalización). Caminar pausadamente al atardecer, cuando empieza a oscurecer y los estímulos visuales van perdiendo intensidad paulatinamente, es una experiencia muy placentera que puede intensificar nuestros sentidos más dormidos.
Aceptar la invitación a conectar con lo que escuchamos significa también conectar con el bosque y la vida que habita en él. Entender las diversas formas de vida y sus modus vivendi, a menudo sorprendentes. Los árboles, las plantas, las flores, cómo se alimentan de la luz y cómo reposan cuando se pone el sol. Su contribución a la atmósfera, el equilibrio entre el oxígeno y el dióxido de carbono. Lo que respiramos gracias a su función. Sintonizar con su ritmo... Ser uno/a mismo/a y al mismo tiempo ser parte de. Activar la atención plena del momento, rodeados de otros animales y modos de vida con otras formas de comunicación y supervivencia. Sentir la naturaleza, dejar que nos impregne y bucear en la atmósfera plácida y relajante del bosque.