PATRIMONIO INMATERIAL DEL PIRINEO Y LAS TIERRAS DE LLEIDA
EL PLA D'URGELL
EL NUEVO PARAÍSO DEL AGUA
Descubrimos el Pla d’Urgell como quien encuentra sediento un gran oasis. La comarca se nos presenta como la extensión de dieciocho pueblos por una llanura agradecida al agua de los Canales de Urgell que le cambiaron la vida. En esta tierra de horizontes infinitos y puestas de sol sobre los campos de fruta, los habitantes de la comarca han cultivado un carácter propio. Un pueblo que a medio camino de todas partes sabe lo que es ganar con tenacidad la cosecha y el valor del buen trato al recién llegado.
El viaje
Los habitantes de esta comarca adoran su tierra y nos lo hacen saber en cada fiesta. Las citas en el calendario tienen siempre una razón de ser, una explicación que se adentra en las generaciones de cada pueblo. Así vivimos la Fiesta de la Manzana y los Templarios de Barbens, que mezcla pasión por los productos propios y la historia que les ha visto nacer. No nos podemos perder de ninguna manera el desayuno popular del sábado, la cena de hermandad y los bailes y pasacalles que ambientan el casco antiguo y el castillo templario convirtiéndolos en una recreación de su propio pasado. Todo nos parece auténtico.
Los imprescindibles
Fiesta de la Manzana y los Templarios de Barbens.
Octubre.
Reanudamos este viaje a las esencias del Pla d’Urgell en los Feriales de Bellvís, una fiesta con la que el pueblo se imagina de nuevo en el siglo XVII durante la entrada de las tropas de Felipe IV. Jugamos a conocer la villa a la vez que su historia y su cultura popular admirando la representación de la leyenda de la anilla de Cal Bufalà. La fiesta nos lleva a tres días de música, danzas, escenificaciones y fiestas hasta la expulsión de las tropas españolas.
Feriales de Bellvís y la leyenda de la anilla de Cal Bufalà.
Julio.
Encuentro de gigantes del Pla d’Urgell.
Itinerante.
El Pla d’Urgell mantiene viva la dedicación a las tareas del campo. Este es un sentimiento que notamos en todas partes. Los abuelos han transmitido a las nuevas generaciones la importancia del buen cultivo de la tierra y el mundo ganadero. Por San Antonio, Linyola nos invita a conocer el buen trato al ganado con una fiesta de los Tres Tombs que culminamos con el desayuno con chuletas de cerdo fritas. Reímos y nos dejamos llevar por la naturalidad de los amigos que hemos hecho en esta comarca. Compartir la comida es a menudo la única manera de mejorar la amistad. En este punto, la comarca nos exhibe con orgullo la cassola de tros, un plato heredero del aprovechamiento necesario de los antiguos abuelos. Conejo, caracoles, espinacas… toda la comarca cabe en la receta. Cada casa tiene su secreto. El sabor del Pla en el paladar nos emociona y nos hace sentir del Pla d’Urgell.
Tres Tombs de Linyola por San Antonio
Cassola de tros.
Nada sería lo que es en este llano rico sin los Canales de Urgell, una obra civil de película que le trajo el agua del Segre y convirtió un territorio conocido como el Hoyo del demonio en un paraíso fértil y ufano de sus cosechas. Allí donde había arena seca y polvo ahora lucen con brillo campos de trigo, forrajes, cebada y muchos frutales. Esto que descubrimos asombrados es una religión en la comarca. La gente de esta tierra nos lleva a sus rincones favoritos junto al agua. Paseamos por los caminos que dibujan los canales sobre el relieve suave de este territorio cercano, entre los infinitos campos de cultivos alineados hasta perderse de vista y el lago de Ivars y Vila-sana. La gran alfombra verde del Pla d’Urgell
Canales de Urgell.