El viejo pozo de hielo, en Oliana, y el Museo de las Trementineras, en Tuixent -donde se pueden descubrir numerosas hierbas medicinales y conocer este apasionante oficio-, completan la lista de espacios singulares en el L'Alt Urgell dedicados a recordarnos los oficios del pasado.
EL MUSEO DE LAS TREMENTINERAS
El Museo de las Trementineras de Tuixent abrió sus puertas en el año 1998 para conservar el recuerdo de un oficio ejercido por las mujeres del valle de La Vansa i Tuixent.
El oficio de trementinera se convirtió en un modo de complementar la economía doméstica de muchas familias, además de ser una actividad única y exclusiva del valle de La Vansa i Tuixent. La trementina era el producto más solicitado y, de hecho, de aquí procedería el nombre con el que eran conocidas estas mujeres. Las trementineras elaboraban la trementina a partir de las materias primas extraídas de la resina del pino rojo una vez destilada, es decir, la pez griega y la esencia de trementina o aguarrás. Finalmente, la trementina resultaba de la mezcla de estos dos productos en unas proporciones determinadas a la que se añadía, a veces, “cera amarilla”, aceite de oliva o sebo animal. El uso más frecuente que se daba a la trementina era en forma de parche aplicado sobre la zona afectada. Estos parches se utilizaban mucho contra el dolor, los golpes, las torceduras y otras lesiones.
Los principales remedios que comercializaban eran, además de la trementina, la pez negra, el aceite de abeto y el aceite de enebro. En cuanto a las plantas más habituales, traían oreja de oso, corona de rey, té de roca, hierba de las piedras, hisopo, salvia, milenrama, hierba azul, escabiosa, ajedrea, comino, genciana, etc. A veces también distribuían setas secas. Estos remedios se destinaban a curar enfermedades de personas y animales.
Este valle del Alt Urgell se sitúa en la solana del Cadí, cerca del Pedraforca (Gósol) y de Port del Comte (Sant Llorenç de Morunys). Los principales núcleos alrededor de los cuales se aglutina la población del valle son: Josa de Cadí, Tuixent, Cornellana, Fórnols, Adraén, Sisquer, Sorribes de la Vansa y Ossera.
Las trementineras se dedicaban a la venta ambulante de hierbas y remedios que recogían y elaboraban en el valle de La Vansa i Tuixent. Salían a vender una o dos veces al año y podían estar fuera desde sólo unos días hasta cuatro meses. Normalmente iban en pareja y realizaban buena parte de sus viajes a pie, cargando sus productos. Mantenían una relación personal y directa con la gente a la hora de vender y por eso frecuentaban más las zonas rurales y establecían vínculos con las casas donde se alojaban, lo que favorecía tener rutas fijas que se repetían año tras año. Se tiene constancia de sus actividades desde finales del siglo XIX hasta la década de los sesenta del siglo XX.
Las trementineras llegaron a casi toda la geografía catalana, pero básicamente tenemos documentadas unas áreas principales de distribución de sus productos: el Berguedà, el Moianès, Osona, la Selva, el Gironès, el Baix y el Alt Empordà, la Garrotxa y el Ripollès (la mitad nororiental de Cataluña). Otros itinerarios llevaban hacia el Urgell, la Segarra y el Segrià. A veces, el recorrido se extendía hasta las tierras tarraconenses. Siguiendo el curso del Llobregat se llegaba hasta el Bages y el Vallès, e incluso se tiene constancia de la presencia de trementineras en la feria de Sant Pons de Barcelona. Tenemos informaciones que también refieren su paso por el Pallars, la Vall d’Aran y Andorra.
Las actividades del museo. El museo ofrece visitas guiadas y organiza varias actividades a lo largo del año. Entre éstas cabe destacar la Fiesta de las Trementineras que se celebra por Pascua de Pentecostés, itinerarios guiados de descubrimiento de las plantas aromáticas y medicinales del valle de La Vansa i Tuixent, cursos de flores y talleres sobre plantas y sobre la elaboración de remedios para grupos escolares.