La Porta del Cel

El circuito enlaza 4 refugios, el de Certascan, Pinet, Vallferrera y el càmping de Graus, además de pasar por el pueblo de Tavascan y efectuar un recorrido tanto por el nuevo Parc Natural de l’Alt Pirineu como del Ariège. El hecho de no contar más que con 4 refugios nos obliga a completar el circuito en 5 días de marcha como máximo si no queremos cargar con una mochila con la comida y utensilios para dormir. Aunque las etapas son largas, aligerando la mochila y con un poco de fondo las podremos hacer sin problemas. Los parajes que recorre el circuito son impresionantes, salvajes, con una belleza fuera de toda duda y pasando por lugares tan emblemáticos como el pico de Certascan y la Pica d’Estats, que es la cima más alta de Cataluña con 3.143 m, el valle de l’Artiga y el refugio de Pinet, el Pla de Boet, las bordas de Noarre y Graus, el pueblo de Tavascan, los lagos Blaus, de Romedo, de Estats y Sotllo además del de Certascan, que es el lago natural más grande del Pirineo, etc. Haciendo el circuito descubriremos el territorio, pero también dejaremos de lado otras cimas y lagos que con más días o regresando en otra ocasión podremos conocer más a fondo.

Esta minietapa, que nos servirá de aperitivo, la mantenemos así para no alargar las demás excesivamente.Si venimos de viaje, nos resultará cómodo dar una vuelta por el pueblo de Tavascan,aún no degradado por el turismo, con la iglesia y el puente románico, así como las casas de piedra y los tejados de pizarra, que se hallan igual que hace cientos de años. Después del viaje y la visita, una buena comida nos ayudará a comenzar como es debido la travesía.Tomaremos un antiguo camino cargado de historia, seguido antaño por los habitantes del pueblo cuando subían a la montaña a segar la hierba o vigilar los rebaños. De hecho, algunos vecinos sólo bajaban al pueblo en el invierno, cuando la nieve los sacaba de las bordas de Graus o Noarre. También era conocido por los contrabandistas que seguían el camino del Puerto de Tavascan hasta Francia, donde cargaban sacos de harina o lo que hiciera falta para su supervivencia.El camino sube suavemente siguiendo el río de Tavascan, que primero nos queda a la izquierda, pero lo cruzaremos dos veces para salir a una zona de prados más abierta y finalmente llegar al refugio de Graus, dentro del camping.

Ahora ya comenzamos con lo que será la tónica general de la travesía. Si bien esta etapa es la de mayor desnivel de subida, no se trata de la más dura, ya que queda compensada por la corta bajada.

Nos elevamos sobre la presa de Graus e iremos en dirección al río de Noarre, que seguiremos. La subida se hace más empinada, pero todavía es cómoda hasta las bordas de Noarre. Estas bordas, a las que obligatoriamente hay que acceder a pie, están muy bien conservadas, si bien desgraciadamente sólo queda un habitante, Jacques. Las demás bordas, casi siempre vacías, son de segunda residencia.

El camino sigue subiendo suavemente, primero por prados, hasta que nos acercamos a la cascada. Aquí gira y trepa en zigzag por el bosque hasta el redil de Guerosso. Este atractivo aprisco es lo que queda del antiguo lago recubierto de sedimentos. El camino se hace más escabroso siguiendo junto al río hasta el lago Blau inferior. Siguen 3 lagos más, pero pese a que el camino no pasa por su orilla, podemos acercarnos hasta ellos si vamos bien de tiempo y de fuerzas.

Una vez en el collado de Certascan, en caso de necesidad podemos ir directamente al refugio, pero el itinerario siguiendo el canchal nos llevará al pico de Certascan, de 2.853 m. Desde la cima se disfruta de una de las mejores panorámicas del Pirineo. Ahora sólo nos queda la bajada hasta el refugio, en la que, según la época, podemos encontrar algo de nieve. Pasamos el lago de Certascan, que con 1.200 metros de largo, 600 de ancho y 102 de profundidad es el lago natural más grande del Pirineo. El lago es impresionante con su color azul cobalto, y rodeado de montañas esquistosas rojas y graníticas blancas.

Tiempo: 7 h 45 minutos.

Del refugio saltaremos con un sendero de 35 curvas el collado de Llurri, de donde nos aparece una imagen para soñar, el lago Romedo de Dalt, con su isla y los pinos solitarios. Pero hoy no nos entretendremos dando la vuelta a este lago, ya que debemos bajar al Romedo de Baix.

Siguen dos lagos más de aguas cristalinas y más tarde un recorrido bastante empinado hasta el Puerto de l’Artiga. Desde aquí la vista se pierde hasta el fondo del valle de l’Artiga, dentro de la zona pirenaica francesa más desconocida, el Ariège.

El canchal nos lleva a una zona de prados y abandonamos este valle para seguir junto al río embalsado que baja del lago de Montestaure. El adusto paisaje y unas empinadas subidas nos darán paso a una punta secundaria del Recós, de donde tenemos a la vista nuestro destino de la etapa, el refugio de Pinet, aún más lejos de lo que parece. Una bajada en la que agradeceremos la ayuda de los bastones y del collado del Picou de l’Estela, y atravesaremos en descenso bajo el espolón que nos cierra el camino. Volvemos a subir más arriba del refugio, para buscar un paso en el hundido río de Barz, que tiene pocos puntos débiles. Lo cruzamos y una cadena nos ayuda bajar al lago y al refugio de Pinet.

Curiosamente, la que para muchos parecería la etapa reina del circuito es la más cómoda y corta (exceptuando la 1ª), en la que los caminos están más marcados y son más fáciles de seguir.

La vertiente francesa es muy adusta y cerrada por impresionantes murallas que la separan de Cataluña. Seguimos el río de Barz hasta el lago de Estats y después del Montcalm, siempre rodeados por un paisaje rocoso y mineral. Otro pequeño lago casi siempre helado nos llevará a un collado, desde el cual, si ya tenemos suficiente y nos encontramos cansados o hace mal tiempo, podremos ir directamente hacia el refugio de Vallferrera. Pero el circuito sigue hacia el Collado de Riufred y la Pica d’Estats. Y, al contrario, si nos sobran energías podemos subir todos los tresmiles de la zona: el Montcalm, el Sotllo, etc., pero no debemos olvidar guardar fuerzas para el día siguiente. De la Pica iremos al Puerto de Sotllo, donde, según la época, pasaremos por un pequeño glaciar en el que quizá necesitemos los crampones. Desde el puerto haremos una incómoda y larga bajada por canchal hasta llegar a los lagos de Estats y de Sotllo.

Finalmente, cuando el barranco se cierra, seguiremos por las palas de Areste hasta el refugio.

Esta es la etapa más larga y con el mayor desnivel de bajada de todo el recorrido. Si estamos cansados o creemos que no llegaremos a Tavascan, podemos bajar el valle de Sellente hasta Boavi, y de aquí por la pista hasta Tavascan.Seguimosel río de Vallferrera dentro de un bosque espeso por el camino de la Rebuira, hasta que iniciamos la subida y llegamos al barranco de Baborte. Pasamos por los lagos y por el refugio hasta el collado de Sellente, donde sigue la bajada hasta el lago de Becero. Desde aquí un antiguo camino ganadero olvidado desde hace decenas de años, que pasa por rediles ya secos, flanquea toda la montaña y nos lleva hasta la ribera de Boldís. La panorámica y el sendero que bordea el límite del bosque son impresionantes, pero también lo es la longitud del recorrido, que nos puede hacer olvidar el paisaje encantador.De la cabaña con cortos tramos de bajada, pero donde la tónica general siguen siendo los flanqueos* que no terminan nunca, y desde donde veremos los pueblos de Aineto y Tavascan. Finalmente llegamos a las cabañas en ruinas de Les Planes y cambiamos totalmente de dirección para seguir el GR en un camino que ya baja decididamente hasta el pueblo de Tavascan.

La variante por Àreu se divide en dos etapas y sigue siempre el GR-11, que se halla muy bien señalizado. Esta primera etapa es muy cómoda, suave, y nos sirve de descanso, después de todo lo que llevamos encima.El principio del camino es impresionante entre el magnífico bosque de abetos, y sigue muy llano por encima de la pista. Más abajo, el bosque se vuelve más variado con los pinos y los abedules hasta que coge la pista durante unos 5 km, hasta el pueblo mismo de Àreu.

El recorrido sigue muchos tramos de pista y esto hace que pierda mucho atractivo, haciendo que esta etapa sea la más monótona y menos alpina de toda la travesía.Sube por la pista hasta las bordas de Costuix y desde aquí, por un sendero bastante empinado, vamos ganando altura en este magnífico bosque de pinos. Así llegamos al collado de Tudela, y seguimos el camino de bajada hasta que volvemos a tomar la pista, que se hace bastante pesada hasta el pueblo. El camino cruza por la mitad del pueblo de Boldís Sobirà y siguen nuevamente más flanqueos* por un antiguo sendero hasta la bajada final al pueblo de Tavascan.