Segrià: los aceites de la piedra seca

El Segrià presume de un paisaje genuinamente rural, al que han dado forma los payeses a fuerza de jornales, cultivando olivos y elevando pacientemente construcciones de piedra seca, presentes por todo el territorio leridano y reconocidas mundialmente por la UNESCO.

Se trata de un paisaje esculpido con piedra, y formado por aljibes, cabañas y márgenes, que nos hablan de la relación de los hombres y las mujeres con una tierra que se sabe trabajada desde tiempos inmemoriales. Esta esforzada dedicación agraria nos permite gozar de un entorno rural auténtico y todavía vivo, que nos invita a probar los aceites de oliva virgen extra que de aquí obtienen. Pocos productos alimentarios conectan tan estrechamente con los secretos de la tierra como el aceite de oliva, y muy especialmente el de la arbequina, la variedad estrella de este rincón del mundo.

El Segrià vive actualmente el estallido de una serie de propuestas oleoturísticas, impulsadas por entes públicos, elaboradores de aceite y empresas privadas, que ofrecen diversas experiencias turísticas, culturales y gourmet, con el aceite de oliva virgen extra como protagonista.